Ha llegado el momento de bautizar a tu bebé, y quieres que ese evento tan importante en su vida sea recordado con un vestuario elegante. No hay nada más clásico y atemporal que la ropa de cristianar.
La ropa de cristianar se ha utilizado desde el siglo XVII para recibir el bautismo como símbolo de pureza y presentación a la sociedad cristiana.
Es una prenda elegante, que se utiliza para vestir a nuestro bebé el día de la ceremonia. Se fabrican con tejidos especiales como el organdí y suele adornarse con puntillas, bordados, raso, etc.
Bautizos de familias reales
La utilización de estos vestidos se convierte en las tradiciones familiares de la realeza Europea y más tarde se extiende a las clases sociales de mayor poder adquisitivo. Usar estas ropas se suele convertir en una tradición familiar y suelen utilizarse tanto para niños como para niñas.
El príncipe Felipe fue bautizado en el palacio de la Zarzuela el 8 de febrero de 1968, sus padrinos fueron el conde de Barcelona, y su bisabuela, la reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII.
Este faldón de cristianar se usó, por primera vez, el 26 de enero de 1938 en el bautizo de don Juan Carlos de Borbón, que recibió las aguas bautismales en la capilla romana de los Caballeros de la Orden de Malta.
El príncipe Alberto fue bautizado en la Catedral de Mónaco, sus padrinos fueron Victoria Eugenia de España y su padrino fue el príncipe Luis de Polignac.
El traje de cristianar del príncipe fue confeccionado internacionalmente por la casa Lanvin de París y encargado por al princesa Grace Kelly.
Era un traje fabricado en seda y bastante largo con bordados de delicadas florecillas blancas.
El príncipe Carlos de Inglaterra fue bautizado en el Salón de la Música del palacio de Buckignham.
Sus padrinos fueron el rey Jorge VI, la reina María, la princesa Margarita, la marquesa de Milford Haven, David Bowes-Lyon, Lady Brabourne, el rey Haakon VII de Noruega y el príncipe Jorge de Grecia.
El traje de cristianar que el príncipe Carlos llevó en su bautismo era de sus antepasados, el cual tiene una antigüedad de 172 años desde que en 1841 lo estrenará la hija mayor de la Reina Victoria.
Para los últimos bautizos de la casa Real de Inglaterra, se ha ido utilizando una réplica exacta del mismo traje.
Piezas artesanales
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